Encuentro con el dolor y su salida
Cada paciente tiene su dolor y su padecimiento. La terapia aparece como una puerta, una ventana, un espacio a convertir posiblemente en un LUGAR para abrir todo eso que tanto tiempo estuvo ADENTRO, cerrado o comentado pero sin tener una respuesta.
La posibilidad de preguntarnos
Que nos pasa, por que sufrimos, que nos duele o por que consultamos habilita a comenzar un camino de búsquedas y a la vez de ENCUENTROS. La mayoría de las personas nos enfrentamos a la vida BUSCANDO Y ESPERANDO. Sin embargo la experiencia del analista permite transmitir un tiempo de DEMORARSE, HACERA MORADA para dejar de buscar y encontrarse con alguna pregunta, alguna respuesta o simplemente con algún silencio.
Luego de cataratas de pensamientos, dudas y neuróticas acciones, aparece la voz del analista y su mirada diferente que ofrece un encuentro diferente frente a lo mismo. Una palabra nueva, un refresco al alma para alimentar la vida desde otro lugar.
Sacando pensamientos, sacando respuestas, aparece un encuentro con el vacio y lo nuevo. Con el análisis nos empezamos a vaciar de lo cotidiano y lo mismo para comenzar un estilo de vida diferente a partir de la nueva visión. Una visión que no tiene que ver con lo que los otros quieren y piensan si no lo que la persona empieza a sentir y decidir.